blog de Jorge Díaz Martínez

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Conversar es humano





Conversar es humano. Y colgar entradas en el blog a altas horas de la madrugada a veces también. Leo a Octavio Paz, el viento cruje, esto parece un barco y el insomnio se vence. El poema es largo y emociona, como emociona la muerte. Me gustaría copiároslo, pero aparte de largo en ocasiones soy supersticioso. En cambio, el siguiente es un poema perfecto. Lo que emociona no sea tal vez la muerte, sino el contraste con la vida.


CONVERSAR

En un poema leo:
conversar es divino.
Pero los dioses no hablan:
hacen, deshacen mundos
mientras los hombres hablan.
Los dioses, sin palabras,
juegan juegos terribles.

El espíritu baja
y desata las lenguas
pero no habla palabras:
habla lumbre. El lenguaje,
por el dios encendido,
es una profecía
de llamas y un desplome
de sílabas quemadas:
ceniza sin sentido.

La palabra del hombre
es hija de la muerte.
Hablamos porque somos
mortales: las palabras
no son signos, son años.
Al decir lo que dicen
los nombres que decimos
dicen tiempo: nos dicen,
somos nombres del tiempo.
Conversar es humano.

Octavio Paz