blog de Jorge Díaz Martínez

jueves, 6 de septiembre de 2012

Madrugada verbal







Utilizamos las palabras inconscientemente, sin saber lo que realmente significan. Por ejemplo, ¿qué significa la palabra real? ¿existe el significado real de una palabra? ¿no es este significado más que una convención fluctuante? Es más, ¿existe la realidad? Y si existe, ¿podemos conocerla? ¿acaso podemos decir de una palabra que sea o no sea una palabra real? ¿existen las palabras? ¿Y qué significa significar? Para significar algo tiene que haber algo que significar, por lo tanto reconocer la significación de los signos significa reconocer la existencia de algo más, de algo otro. ¿O acaso ese algo otro solo existe en función de los signos que lo apuntan, en función del sentido que lo apunta? ¿Existe, en fin, la realidad, la irrealidad, ambas cosas, o ninguna? Y si existe, ¿qué significa que la realidad existe? O, dicho de otra manera, ¿qué significa la realidad? ¿Es la realidad un signo, para poder significar algo? ¿es el libro de Dios, como decían en el Medievo? Y si lo es, ¿hacia dónde señala? De nuevo, ¿qué significa la realidad? ¿qué significa la palabra real?