Hace algunos años, tuve ocasión de preparar una antología de poesía española contemporánea para ser traducida y publicada en Armenia, como así se hizo. Mientras tanto, me pidieron revisar el discurso en castellano que un diplomático armenio iba a pronunciar en unas jornadas o comisión de la UE. En él se insistía en la necesidad de que el genocidio armenio fuera reconocido de una vez. A lo mejor si Europa no llevara cien años haciendo oídos sordos ante estas reivindicaciones, si se pidieran disculpas y se asumieran responsabilidades, ahora mismo no estarían muriendo más personas. Pero esto no interesa. Los pueblos minoritarios nunca interesan.
Os recomiendo seguir las actualizaciones de Virginia Mendoza (www.virginiamendoza.com) para entender mejor este conflicto.