blog de Jorge Díaz Martínez

miércoles, 18 de abril de 2012

Fernando Nafa









Creo que todavía habrá bastantes poetas que no hayan oído hablar de Fernando Merlo. Yo tuve la suerte de leerlo muy pronto, en 1996 o 97. Su estrecha relación con Córdoba y los poetas de Antorcha de Paja posibilitó su inclusión en Degeneración del 70. Antología de poetas heterodoxos andaluces (1978, Antorcha de Paja). Y de ahí a las manos de los siguientes de los siguientes jóvenes poetas cordobeses, quienes por aquellos años buscábamos referentes fuera del panorama habitual y para los que, veinte años después de la publicación de la antología, algunos de los poetas incluidos seguían resultando muy heterodoxos, sobre todo en comparación con lo que circulaba por las librerías. Pero Merlo era un poeta maldito de verdad. Solo se conocía una edición de su obra y era póstuma, si no recuerdo mal hecha por sus amigos; seguramente no tendría ni isbn. Muy pocos poetas disponían de uno de esos ejemplares. Creo que fue Eduardo Chivite quien me dejó el suyo por un tiempo, y creo recordar que copié algunas de las partes, al menos las dedicadas a Nafa. Pero era tan irreverente su poesía (y breve y en ocasiones extremadamente experiemental/ conceptual) que nunca confié en que pasara de ser el fetiche admirado de un grupo reducido de afines, nunca creí que llegara a convertirse en la obra de culto que parece que, después de tres ediciones de Escatófago, puede empezar a considerarse. Tampoco sabía quiénes eran Aguaviva ni que habían musicado uno de sus poemas. Pasan los años y la herida permanece. Todavía no me he hecho con ninguna de las nuevas ediciones, quiero las hojas viejas y amarillas.






TROFEOS





Porque yo soy poeta

incluso cagando

quiero dar,

os doy,

una poca de mierda.


La demás para mí.





Fernando Merlo, Escatófago (1968-72)