El pasado 13 de junio tuve la suerte de
participar, dentro del Plan de Fomento de la Lectura, en el programa “Por qué
leer a los clásicos”, de la Dirección General de Política e Industrias
Culturales y del Libro, pronunciando una conferencia en el IES “La Sagra” de
Huéscar sobre la relación entre la poesía contemporánea y los clásicos. Desde
aquí, muchas gracias al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por
facilitar y mantener el soporte necesario para este tipo de actividades, así
como al IES “La Sagra” y a su Departamento de Lengua y Literatura, y muy
especialmente a la poeta y profesora Nieves Chillón, por invitarme a realizar
esta lectura. El solo hecho de poder respirar los olores del altiplano penibético ya hizo que mereciera la pena este viaje, pero no quiero
dejar de mencionar la cálida hospitalidad de Julio y Nieves, así como la
simpatía de los profesores del centro y su colaboración para que todo marchara
sobre ruedas, además de la educación de unos alumnos que mantuvieron la atención y el interés en todo momento. La conferencia consistió en un recorrido temático a través de
algunos de los poemas clásicos más conocidos de la tradición literaria
española, relacionados con algunos poemas actuales. En concreto, leí poemas y
fragmentos de Jorge Manrique, Rafael Espejo, Carlos Pardo, Garcilaso de la
Vega, Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo García Casado, Luis de Góngora y Juan
Carlos Reche. Sin duda, el momento de catarsis llegó con la lectura del
poema “Desahucio” –de temática amorosa-, de Pablo García Casado, que fue interrumpida
por la emoción desbordada del auditorio y seguida de un impresionante
aplauso. El entusiasmo de tres cursos de segundo de ESO ante el recitado de este pequeño poema fue, sinceramente,
bastante mayor de lo que ya esperaba, pero para alguien cuya misión consistía
en despertar el interés de los jóvenes alumnos por la lectura, el momento me
supuso una gran alegría y la satisfacción de haber alcanzado el objetivo. Ha sido un placer participar en este programa y hacerlo en un entorno y ante un público excelente. Así
pues, de nuevo muchas gracias a todos quienes hacen posible que estos valiosos momentos
de intensidad asomen a la superficie de nuestras a veces demasiado prosaicas vidas.
Y abrazos.