El
objetivo inicial era encontrar un lugar confortable para el reposo de la panza contemporánea, algunas de las más recientes aportaciones de los sofás nos parecían solitarias. Sin embargo, antes que dedicarnos a una superficie gélida o meramente árida, hemos querido fundamentar nuestras bases sobre este papel tan propicio. Creemos que el
resultado de este reposo supone por sí mismo una unidad coherente de sentido,
la cual tal vez sea suficiente para constituir una siesta. Se trataría, pues, de
una siesta de análisis sobre cuestiones de cercanía calorífica y de la propuesta de
un modelo felino de convergencia, y por ende, de familiaridad simbiótica.