blog de Jorge Díaz Martínez

domingo, 13 de abril de 2025

La comedia de la carne, de Carlos Pardo

 Reseña publicada en Cuadernos del Sur, del Diario Córdoba

https://www.diariocordoba.com/cuadernos-del-sur/2025/04/12/comedia-carne-116256912.html



LA COMEDIA DE LA CARNE

de Carlos Pardo

La Bella Varsovia (2025)

Por Jorge Díaz Martínez

 

En los diez años que median entre la publicación de sus dos últimos poemarios Carlos Pardo se ha afianzado en su faceta de narrador, sumando ya tres novelas. ¿Puede ser, por tanto, casualidad que «La comedia de la carne»  (2025) sea el más narrativo de sus poemarios? Los vasos comunicantes que vinculan ambas caras de su producción literaria apuntan a una misma voz autorial e inconfundible dentro del panorama editorial en castellano. De hecho, sus últimas entregas, independientemente de su género, señalan conjuntamente hacia lo mismo: el deterioro y la caducidad de las relaciones más íntimas del locutor protagónico, ya sean éstas las de su familia de origen, retratadas a través de la enfermedad de unos padres en absoluto idealizados, o las de su familia de destino, esto es, las de amor y de amistad.

En este nuevo título, Carlos Pardo nos presenta la narración poemática, con sus correspondientes analepsis y tangentes insertadas, de un proceso de ruptura de pareja de tinte intelectual (como W. A. en Annie Hall) desde una perspectiva auto paródica que trasluce, a veces expresamente, una crítica social a las formas de amar tradicionales, monógamas y tóxico-dependientes. No es este el cancionero de un varón uniforme y sobreprotector, sino la retahíla de un sujeto lírico masculino sensible pero alérgico a las enajenaciones del amor posesivo ―u obsesivo, el cual queda relegado al territorio de la elucubración preadolescente. Su escritura basada en hechos reales subraya sobre todo la dimensión de constructo ficcional de esos lazos viscerales con los que parcheamos una cierta supuesta identidad.

En «La comedia de la carne» Carlos Pardo se rompe la camisa, se libera por fin del consabido corsé del endecasílabo, del poema redondo con cierre argumental. Sin embargo, su voz es la de siempre, reconocemos su acento descreído, es la voz del que indaga en su «pringue emocional» desde una disección de las pasiones que resulta, en este caso, si cabe, aún más afilada, colocándonos delante de las narices algunos rasgos reflejos en los que no quisiéramos reconocernos. La caricia a contrapelo de un racionalista que va desmenuzando la nostalgia como quien ralla queso parmesano… para reconstruirse después desde un timón analítico del ser sentimental. Por supuesto, encontramos fragmentos claramente metapoéticos en su discurso amoroso: «Transformar en belleza el mal gusto común/ que nos es natural a los humanos». Y, como en todos sus libros, hay también un poema dedicado al onanismo.

En definitiva, Carlos Pardo pega un volantazo en su trayectoria poética, prescindiendo de vicios estructurales y dotando al índice de sus versos de un sentido de trama novelesca de la historia de desgaste que nos cuenta. Como rasgo distintivo, destacaría el recurso, para nada novedoso, suavizante del humor. Y en Carlos Pardo es todo muy de humor, pero corrosivo.