blog de Jorge Díaz Martínez

domingo, 15 de mayo de 2011

Prólogo de LA NUBE EN PANTALONES



  


Prólogo

Vuestra mente
que en el cerebro fofo sueña
como el cebado lacayo en un mugriento sofá,
la exitaré
con el trapo sangrante de mi corazón,
me burlaré hasta hartarme, descarado y mordaz.

Mi alma no tiene una sola cana,
ni tiene ternura senil.
Atronando al mundo con la fuerza de mi voz
camino gallardo,
con veintidos años.

Tiernos:
los que acostáis el amor sobre violines,
los rudos lo acuestan sobre timbales,
no podréis hacer lo que yo:
volverse del revés y ser todo labios.

Venga a aprender,
la dama repulida,
consorcia cursi del gremio angelical
y la que impasible hojea labios
como la marmitona un libro de cocina.

Si lo desean
me volveré loco de carne
y -tornasolado como el cielo-
si lo desean
seré impecablemente fino:
no un hombre, una nube en pantalones.

No creo que exista la Niza florida.
Hoy vuelvo a ensalzar
a hombres chafados como un hospital
y a mujeres resobadas como un refrán.
 

 Vladimir Mayakovski